La verdad cuando se trata de postres soy más fan de las tablas de quesos pero cuando se me antoja algo dulce busco los postres más decadentes, dulces, cremosos y deliciosos que pueda encontrar…. en doses muy pequeñas.
Si, pero no siempre fue así. Ha habido momentos en los que me siento a terminarme una cubeta de helado de 3 litros ….antes de comerme el pie que me comí después de los brownies que ya había horneado. Si, se llama syndrome premenstrual. Y al final de mi atasque me sentía gorda, fea, grasosa y ademas me salían granitos en la cara. FATAL. De mis peores momentos. Verdaderamente lo odiaba.
Si siguen el blog seguro saben que he estado trabajando con la nutricionista Rebeca Hernandez desde hace tiempo. Al principio su enfoque me parecía demasiado alivianado. Estaba acostumbrada a la clásica consulta nutri-militar en donde te prohibían TODO, y ella no. Ella me dice que haga lo que se me diera la gana – pero con conciencia. Y la verdad es que me ha servido mejor que cualquier otra técnica. De hecho creo que he salvado mi relación con muchos alimentos. El azucar y yo ya nos hablamos y nos podemos mirar a los ojos. A veces hasta pasamos un rato juntos y no me siento culpable. Tampoco me he puesto gorda.
¿Qué cambio? Aquí les va:
- SI LO QUIERES, HAZLO TUYO
Si se te antoja algo dulce y no te lo permites nadamás se te va a antojar más y cuando por fin te lo comas (por que te lo vas a comer, lo se) te vas a terminar todo el pie solita. Así que mejor corta de raíz y comete un pedacito cuando lo quieras. Ahora, que hay que fijarse si realmente quieres algo tan dulce y decadente. No seas como yo, a lo mejor el antojito se te quita con fruta. Y si eres diabética mejor ni te le acerques.
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- QUE SEA UN RITUAL
Si quieres un postre, no vayas al super a comprarte 3 barras de chocolate barato. No. Ve a la cafetería, heladería o deli más lujoso y deliciosos que conozcas y SIENTATE A DISFRUTAR. Que sea una cita. No dejes que te use ese antojo para luego dejarte gorda y grasienta por ahi tirada.
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- SABORÉALO
Siente como ese chocolate se te derrite en la boca, saborea y convierte tu pecado en una experiencia sensorial. Digo, ya que nos vamos comer el hit de azúcar, al menos que valga la pena, ¿no?
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- NO TE LO TIENES QUE ACABAR
Enserio. No te lo tienes que acabar. ¿Te lo repito? Tienes que estar consiente que te estas quitando una necesidad psicológica y no fisiológica. Controla tu mente. Tu eres dueña del postre. Tu no le perteneces postre.
Además si me preguntan, no hay nada más sexy que saber cuando decir NO. (¡y eso va para todo, ehh!). Cuando se trata de azúcar tu ya sabes que no es lo mejor para ti. Igual te la quieres comer. Así que cómetela pero deja lo que no necesites.
Es como salir con chicos malos, sabes que no deberías pero lo haces de todas formas. Ok, todo bien, pero dejalo antes de que te haga daño. Muy 50 shades of ice-cream, ya se.
Esto te va a hacer sentir empoderada y no culpable. Aún tienes el control.
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- AGUA
Bebe como pez en el agua. El doble de lo normal.
- TEN UNA CHARLA
Ya te comiste todo el bendito postre. lo disfrutaste como enana y dejaste lo que no necesitabas en lugar de limpiar el plato como si se fuera a extinguir el azúcar mañana. Ok, bien. Estemos consientes de esto. Misión cumplida. No lo tenemos que hacer diario.
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Me cuentan cómo les va.
Cómo manejar antojos dulces
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